jueves, diciembre 08, 2011

Peregrinar a la Villa



 Los poblanos se entregan a la fe en la Virgen de Guadalupe.
En el cielo, los trazos luminosos de los fuegos artificiales, algunas ferias y vendimias en las iglesias donde se mvenera a la Morena en cada pueblo, un sentido de pertenencia de quienes con su entrega y devoción, le cambian por unos días el rostro a la ciudad.
La modernidad que se pregona se suspende.
La añeja devoción guadalupana denota entre las antorchas y los ciclistas, entre los cánticos y las serenatas a la virgen, entre los arreglos florales y la multitud, el amor a la Virgen de Guadalupe que miles de poblanos comparten.
El fervor guadalupano se desató este fin de semana.
La devoción por la Virgen de Guadalupe recorrió Puebla y los peregrinos, ya sea a pie, en bicicleta o corriendo en carreras de relevos, demostraron la fortaleza de ese sentimiento profundo en miles de mexicanos que es la fe en la Virgen Morena de Tepeyac.
La fé hecha caminata rumbo a la Villa; la devoción convertida en andar en bicicleta varios kilómetros; la fe vuelta el cumplimiento de la promesa.
Como si se tratara de una fuerza arcaica proveniente de todas las partes del estado los peregrinos toman sigilosamente las calles, los acotamientos y los carriles de las carreteras.
El paisaje en las carreteras se transforma. Pero también el paisaje en la ciudad adquiere el sentimiento profundo de quienes se presentan de cuerpo y alma a la Virgen del Tepepeyac.
En lugares tradicionales de la ciudad como en la Villita se esperaban ya las mañanitas a la Virgen.
Los peregrinos saturaron las carreteras, el fervor la semana pasada cuando aún en las principales vialidades que conectan la ciudad como la Recta a Cholula se observaba de manera esporádica el paso de los peregrinos rumbo a la ciudad de México, pero este fin de semana la fe colmó las carreteras.
Los peregrinos cruzan la ciudad de Cholula cargando su mochila y en la espalda llevan alguna imagen de la Virgen de Guadalupe.
 Y no faltan tampoco los ciclistas que en pelotón, encabezados por algún camión de carga, surcan las carreteras.
La fe se vuelve la forma más inmediata de lo numinoso. Como si se tratara de un resorte invisible, y que permanece latente todo el año, desde este fin de semana el amor a la Virgen Morena colma el espíritu de los poblanos.
Las típicas carreras de la antorcha guadalupana aparecen en cualquier carretera y el tránsito se hace lento y pesado.

domingo, diciembre 04, 2011

En la calle, uno encuentra luchadores. Estética callejera.

¿Para qué se escribe?

¿Para qué se escribe un libro? Es decir, para qué se escribe.
Pura gratuidad. Florecimiento del lenguaje. Entraña de la vida.
Regreso a un mundo mítico. Espesura.

hola

Hola. Vamos a hablar del cuadro de oposición.