Hoy Loaeza me partió la madre. O más bien nos partió la madre a todos los mexicanos y mexicanas de bien que la leemos. No lo puedo imaginar. Sentada en la mesa principal rindiéndole tributo a la esposa del gobernador.
Ups.
What!
Oh santo cielo!
En la mesa principal sirvieron chicharrones, sopa de setas y pescado.
Esperé hasta que la Loaeza se desocupara para poder hablar con ella. Una revelación. Una revelación. Eso es lo que necesito.


Hoy Loaeza me partió la madre.
La esposa del gobernador es una “mujer de consensos”, me confesó la escritora de las Niñas de Polanco una vez que pudimos separarla de la mesa donde alegremente chismeaba con el exgobernador de Puebla Guillermo Jiménez Morales.
Después se le acercó una mujer, de unos cincuenta años, fácilmente olvidable quién le dijo: “Yo la admiro. Soy la hermana de la esposa del gobernador y quiero que me dedique este folleto..”
“Por supuesto”, respondió entusiasta Loaeza.
“Lo escribí sin conocerla”, asintió Loaeza y a continuación firmó el folleto que la periodista escribió ex profeso para la esposa del gobernador.
….
Todas las mesas que estaban a mí alrededor se cimbraron. Sentí que la Virgen y San Diego me hablaban. Sentí que todas mis fantasías se venían por tierra en un alud de realidad.
Entonces noté que un par de reporteros la asediaban, se acercaron a ella y le preguntaron si en Puebla había nacos nais, cómo eran las niñas bien en Puebla…

Loaeza te amamos. Hoy conocí a Guadalupe Loaeza en una comida con el gobernador y su esposa, Coco. Me sentí en mi nube rosa que no rosada. Fue un sentimiento terapeútico y en el colmo del climax le pedí un autógrafo a la escritora y periodista.
La Loaeza estampó su firma en mi agenda -una cosa dedicada al Pedro Páramo de Juan Rulfo - abajo de la fotografía de la máquina de escribir de Juan Rulfo.
Después le pregunté a Loaeza si el pri era naco...
La nacológa o naco-especialista me explicó que no. Que simplemente los priistas eran sofisticados, con una mentalidad lista y cínicamente dispuesta para manipular a la gente