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"A principios del siglo XX la novelista británica Virginia Woolf planteaba en su ensayo “Una habitación propia” que la falta de una habitación propia y de una independencia económica explicaban la falta de creatividad y de privacidad de las mujeres.
La novelista era tajante. Woolf afirmaba que la libertad intelectual depende de cosas materiales. “Las mujeres no pueden escribir poesía sino tienen libertad intelectual”, advertía Woolf.
Pero la “habitación propia” de la novelista inglesa no sólo se quedaba en la auto-afirmación de género; sino también en una metáfora del propio cuerpo, del cuerpo que sólo ha sido visto por el otro, como señala Elvira Maldonado: “tuvo sentido, existencia, sólo como algo a ser penetrado e incluso físicamente habitado por el otro”.
Poco a poco el cuerpo femenino, metáfora del encarcelamiento o también fetiche de la página roja dejará de formar parte de esta discusión del empoderamiento.
Con los avances en la medicina, en la robótica y en la inteligencia artificial, la ficción se está acercando a la realidad. Porque una vez que la tecnología trabaja sobre el cuerpo nuevas dimensiones sobre lo humano surgen.
Tecno-feministas como la norteamericana Donna Haraway especialista en tecnociencia, son quienes más han promovido la “utopía posthumana” ya que la menstruación, el embarazo, la lactancia y el aborto serán cosa del pasado con las tecnologías de reproducción ciborg: “La reproducción del ciborg no precisa un acoplamiento entre dos entes orgánicos; ni siquiera supone una unión sexual, lo que obligará a redefinir los códigos establecidos del comportamiento y de la historia de la sexualidad”, escribe Luz María Sepúlveda, en su libro “Utopía de los seres posthumanos”.
Además, advierte Sepúlveda que el hecho de que estas criaturas sean entes ensamblables replanteará los parámetros de la atribución de caracterísiticas sexuales, ya que la sexualidad de estas criaturas no podrá ser definida dentro de los parámetros tradicionales para la distinción de sexo, afirma la historiadora.


El nuevo paradigma corporal, el ciborg
La experiencia ciborg pone en jaque las creencias más enraizadas sobre lo que es “ser humano”. Desarrollado a la par de las nuevas tecnologías de la información y a los avances en nanotecnología, inteligencia artificial y ciencias cognitivas, el ciborg surge como un deseo del ser humano de extender sus capacidades vitales, evadir las enfermedades y prolongar su vida.
El ciborg es un híbrido producido por la combinación de un ser humano y de una máquina. Su nombre es una contración de cybernetic organism. Quizás el cyborg más famoso, tanto por su espacio ganado en la literatura como por las resonancias míticas, es Frankestein, quien es “creado” de un cadáver y efectos eléctricos, según relata la novela escrita por Mary Shelley.
Pero en la actualidad, el cine hollywoodense se ha encargado de promover a través de las películas futuristas a los cyborgs. Ese el caso de películas como la saga de Terminator, donde una y otra vez, el héroe es reconstruido para enfrentarse a sus enemigos. También los Robocops o los replicantes de la película Blade Runner. La televisión también ha difundido profusamente la tecnología cyborg. En la lejana década de los 70´s los personajes que interpretaban Lee Majors y Lindsay Wagner, mejor conocidos como el hombre nuclear y la mujer biónica, que terminaron vendiéndose como muñecos de juguete dignos de cualquier 6 de enero, eran reconstrucciones biónicas.
Pero además uno de los temas centrales que replantea la experiencia ciborg es la de la sexualidad femenina, y junto con ella la maternidad.
Y es que los avances en estas áreas convertirán estos fenómenos biológicos en objetos de museo propios de una etapa histórica concreta.
El cuerpo del futuro será controlado por fármacos, la manipulación del código genético y los xenotransplantes (transplantes que se realizan a partir de material celular de mamíferos no humanos).
En la “Utopía de los seres posthumanos”, número 276 del Fondo Editorial Tierra Adentro, la historiadora Luz María Sepúlveda reflexiona sobre el surgimiento del ciborg como un modelo revolucionario de las prácticas y los comportamiento sociales.
El ciborg, escribe, Sepúlveda, se presenta como el ejemplo del ser-posthumano. El cuerpo ciborg, afirma la historiadora, se inscribe como una colección de partes prefabricadas, construidas y fácilmente ensamblables.
Pero más importante que la descripción sobre lo que es un ciborg Sepúlveda plantea cómo la experiencia ciborg exige una redefinición de conceptos filosóficos y cotidianos que damos de una vez por todas como naturales e inamovibles, tal es el caso del problema filosóficos de la identidad personal, las diferencias sexuales y el rostro, como huella de la identidad.
Con el ciborg el médico ha sido sustituido por el mecánico o el ingeniero en electrónica; el psicoterapeuta por el ingeniero de software; y la partera por el genetista.
Otro de los rasgos, del ciborg es que encarna una naturaleza dual, afirma Sepúlveda, porque no es ni completamente orgánico ni completamente artificial, no es completamente natural pero tampoco completamente cultural.
En este sentido, ya existen ciborgs en las plantas. Los llamados alimentos transgénicos. Los cuales seleccionan características genéticas de las plantas para ser incorporadas y crear semillas mejoradas. Sin embargo, la “utopía tecnológica” de los transgénicos ha sido fuertemente cuestionada por los grupos ambientalistas y los campesinos, porque observan en estos procesos formas de controlar la producción agrícola dejándola en manos de unas cuantas transnacionales.
Por otro lado, las feministas o tecno-feministas son las que más han promovido la “utopía posthumana” ya que la menstruación, el embarazo, la lactancia y el aborto serán cosa del pasado con las tecnologías de reproducción ciborg: “La reproducción del ciborg no precisa un acoplamiento entre dos entes orgánicos; ni siquiera supone una unión sexual, lo que obligará a redefinir los códigos establecidos del comportamiento y de la historia de la sexualidad”, escribe Sepúlveda.
Además, advierte Sepúlveda que el hecho de que estas criaturas sean entes ensamblables replanteará los parámetros de la atribución de caracterísiticas sexuales, ya que la sexualidad de estas criaturas no podrá ser definida dentro de los parámetros tradicionales para la distinción de sexo, afirma la historiadora.
De acuerdo a la Wikipedia, un posthumano es un término que se refiere a un ser de un futuro hipotético cuyas capacidades exceden radicalmente a la de los humanos actuales hasta no ser más humano que los standares actuales.
El diccionario también explica que un “posthumano” no es algo que sucede después de la era de los humanos, ni tampoco implica que no haya más seres humanos.
Los posthumanos pueden ser productos de procesos de inteligencia artificial, o puede ser “mentes transferidas” (sobre esto los teóricos Hans Moravec y Ray Kurtzweil han especulado) o pueden ser el resultado de un rediseño biológico de los seres humanos. El diccionario señala que para esto se requiere el uso de nanotecnologías, o la utilización combinada de la ingeniería genética, la psicofarmabiología, las terapias para frenar el envejecimiento, interfaces neurales, herramientas avanzadas de manejo de la información, fármacos para mejorar la memoria, computadoras adaptadas al cuerpo y técnicas cognitivas. "

"Que hay mario? Lucia me ha designado para avisarte que se realizara un ciclo de cine en honor a los fundadores... ya se cumplen 9 años. Ella piensa iniciar el ciclo de cine el dia 7 de abril y la inauguracion hacerla el día 8 de abril. ?¿Cual fecha se te hace mas comoda de las dos para estar presente en la inauguracion? Aviso... el periodico El aguila regresa a Cordoba. Bueno espero tu respuesta. Las peliculas seran las del actor Gael garcia. Ah Maliyel saco su traduccion de Guillevic. Quiza ya sepas de esto. Bueno. Mucha suerte para ti, el encelinado. "
Omar Castro Hernández me escribió el 16 de marzo el correo-electrónico anterior. Si todo lo que dice ahí es cierto. Guau. Me siento "sólidamente anodadado".
Quizás valga la pena celebrar también el cumpleaños de la ULTIMA. Valdría la pena mejor hacer una comida que un ciclo de cine en "honor a los fundadores". Yo no sabía que habíamos fundado una religión. Pero si de eso se trata entonces qué mejor que publicar algunas de las reseñas en un volumen. Y una historia del Cine Club...
Si, sin duda, fue una "iglesia.

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"We call the special kind of listening required for accepting adnd understanding people´s stories reyfing or intensifyng the powerless, painful, and pathological aspects of those stories deconstructive listening. Through this listening, we seek to open space for aspects of people`s life narratives that haven´t yet been storied. "
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"As this process continues new meanings and new constructions emerge. Many of the gaps we notice haven´t yet been filled in; people must search their experience to find details that fill the gaps, and as details are added the shape of the narrative changes. Also, when people hear that we are making different meanings from theirs, they can reconsider their own meanings and modify them. "
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de Narrative Therapy The Social construction of preferred realities