sábado, octubre 09, 2004

En días como hoy lluviosos y con una larga noche tras de mí me entran las ganas del blog.. me entra digamos la nostalgia por la escritura. A pesar de lo deseable, a pesar de que todos los días escribo, escribo, escribo, siento que no lo estoy haciendo.
Producto de la angustia anterior compro una libreta Mead y me meto a un Italian Coffee, empiezo a escribir y suena el celular. Apagó la llamada y entonces veo el reloj. No, no.
Me he traicionado a mí mismo. Extraño mi escritorio de Córdoba. Mi cuarto en el que podía encerrarme en las tardes lluviosas. ¿Cómo puedo escribir ahora? "Escribir", escribir, pero peor aún son mis temores de publicar. La sombra de publicar "ensombrece" toda mi escritura. Entro a una librería, ojeó por decir, lo que ayer ví algún tomo de las Obras Completas de Paz, tropiezo con algún verso y siento que me he traicionado. Tengo esa extraña sensación.


hola

Hola. Vamos a hablar del cuadro de oposición.